Mi Historia - Capítulo 3

Se hizo un silencio absoluto en el salón. Todos miramos a Arthur dándole a entender que le rpestábamos toda nuestra a atención.

• - Arthur carraspeó cogió aire y comenzó a hablar- Vamos a ver , por donde empezar...- dijo pensativo- Alice - dijo dirigiéndose a mi- Lo primero que deberías saber es que soy tu tío - anunció soriendo ante la sorpresa de todos menos de mis abuelos-
• - Mi tío?- repetí sin poder creerlo - Pero eso es imposible mis padres no tienen mas hermanos- dije mirando a mis tíos-
• - Arthur me miro con pena- Alice eso es porque ellos no sen tus verdaderos padres - dijo bajito-
• - Sentí como que me hubieran tirado una jarra de agua fría encima- Cómo?- pregunté confusa y miré a mis padres-
• - Mi madre me miró preocupada Lo siento Alice , pensábamos contártelo - dije apunto de llorar- Te adoptamos cuando solo eras un bebé, pero para nosotros es como que fueras nuestra - dijo entre sollozos-
• - Mi padre asintió corroborando las palabras de mi madre- Si Alice, te recogimos con apenas unos meses de vida- Los abuelos nos llevaron a tu orfanato y allí te conocimos.-
• - Miré a mis abuelos esperando a que hablaran, por fin mi abuelo se dignó a decir algo - Si Alice - dijo con claridad- Nosotros conocimos a tus padres -  miró a Arhtur-  murieron al poco de tenerte, y nosotros fuimos los encargados de brindarte un hogar.-
• - Arhtur me miró preocupado, ya que yo no decía nada- Vamos a ver Alice -dijo y se calló intentando buscar la forma de explicarme todo- Nosotros no somos como la gente normal - dijo mirándome- Como tú ya habrás notado , haces cosas que lo demás no pueden hacer - hecho una mirada a la serpiente dibujada en mi muñeca -Ya sabes a lo que me refiero.
• - Le miré sorprendida, no entendía cómo podía saber él que yo, bueno, que yo podía hablar con las serpientes si nunca se lo había contado a nadie.-  Qué quieres decir con diferentes?- inquirí-
• - Pues que somos magos Alice- dijo cansado de andarse con rodeos- Yo soy un mago- aseguró- Maggie y Jhon también - dije mirando a los que yo había creído mis abuelos- Sin embargo Ros y Jack - dije señalando a mis supuestos padres-  no lo son, ellos no heredaron el don de la magia.
• - Le miré pensativa- Entonces ellos no son mi familia?- pregunté curiosa-
• - No , ellos simplemente te han mantenido alejada de tu mundo toda este tiempo - dije serio- Porque no sabíamos si tu tendrías en don y bueno no queríamos que tuvieras una mala infancia por la muerte de tus padres.- me miró apenado-
• - Asentí intentando asimilar todo- Vamos a ver entonces tu eres mi tío - dije mirándole- Y ellos simplemente son mis cuidadores - miré a mis padres un poco enfadada- Pero cómo murieron mis padres? - ya no podía aguantar más esa pregunta que me estaba comiendo por dentro-
• - Tanto Arthur como Maggie y Jhon me miraron preocupados- Bueno Alice - dijo Arhtur -como explicarte esto..- dije dubitativo- Se puede decir que en nuestro mundo hay un malos y buenos al igual que aquí, pero en el nuestro hay un mago muy poderoso que siempre ha querido tener el poder en sus manos- dijo pensativo- tus padres intentaron detenerle y él acabó con ellos .- dijo poniendo mala cara- Pero consiguieron transportarte a mi casa en el último momento - me miró con pena- Entre todos los magos más importantes decidimos alejarte de todo esto para que pudieras tener una infancia normal - dije escudándose- Y bueno, para que Quién No Debe De Ser Nombrado no fuera a por ti ya que estaba furioso con tus padres por habérsela jugado.
• - Le miré aún más sorprendida que antes.- Entonces mis padres eran magos- dije bajito- 
• - Sí - asintió Arthur- Y bueno ya ahora estoy aquí porque como habrás visto has recibido la carta de admisión en el Colegio de Magia y Hechicería mas prestigioso de todos y bueno - dije sonrió- Todos esperamos que quieras ir.
• - Le miré asimilando todo, estaba muy nerviosa y todo lo que me habían contado me había golpeado en la cara- ESto... necesito pensar - dije levantándome y saliendo del salón. Corrí a mi cuarto y cerré la puerta de golpe, me tiré en mi cama y comencé a sollozar. Por mi cabeza pasaba un montón de cosas. En un momento habían puesto mi vida patas arriba-