lunes, 9 de enero de 2012

Mi Historia.- Capítulo 8

 Noté como alguien me sacudía. Abrí un poco los ojos y vi a Ron mirándome sonriente. Le devolví la sonrisa y bostecé. Me estiré con presteza y salí de la cama. Me incorporé y de pronto recordé donde iríamos hoy. Sonreí a Ron que me miraba curioso.

  • -Bueno días - dije ya despierta del todo.-
  • - Buenos días Alice - dije sin dejar de mirarme- Mi madre ha dicho que no tardes en bajar desayunaremos allí. - me informó y se fue hacia a puerta.-
  • - Gracias Ron- dije al ver que se iba.-
  • - Ron volvió a entrar. - De nada prima- dijo con confianza y me dio un beso en la mejilla-
  • - Le miré sonriente sin creerme que me hubiera aceptado tan rápido y vi como se iba.-
Abrí mi maleta y rebusqué en ella, saqué unos pantalones cortos y me los puse. Como siempre me costó encontrar el resto de mi ropa. Por fin saqué mi camiseta roja y los calcetines altos con las Vans rojas. Me vestí con rapidez y me fui al baño a peinarme y lavarme la cara. Según terminé salí de mi cuarto y bajé las escaleras de dos en dos. Todos estaban ya abajo esperándome.


  • - Buenos días-  dijeron todo a la vez.-
  • - Buenos días- respondí sonriente.-
  • - Vamos vamos- me apremió Molly- Que ya nos vamos.- dijo empujándome a la chimenea-
  • - Por la chimenea?- pregunté extrañada-
  • - Si bueno - dijo Molly- Algo así.-
  • - Fred tu primero - dijo Molly mirándole- Alice estate atenta  atiende a lo que hace Fred.-
  • - Vale- dijo metiendo la mano en un jarrón y sacando unos polvos negros, se metió en la chimenea sonriente por ser el primero- Callejón Diagón- dijo con claridad tirando los polvos en el suelo de la chimenea y acto seguid desapareciendo en humo verde.-
  • - Vaya - dije bajito-
  • - Te toca .- dijo Molly- Es muy fácil - me animó-
  • - Con presteza cogí los polvos y entré en la chimenea repitiendo lo que Fred había hecho. Cerré los ojos notando como mi cuerpo se metía por la chimenea. Cuando abrí los ojos estaba en otra chimenea y enfrente tenía a Fred que me sonreía divertido.-
El resto de la familia no tardó en llegar, todos estábamos cubierto de hollín y no sacudimos unos a otros hasta estar presentables. Salimos de la tienda donde estaba la chimenea. Fuera se extendía una gran calle con tiendas a los lados. Había mucha gente en ella, todos vestían de forma estrafalaria, con capas y gorros. Cuando comencé a reparar en lo que vendían en las tiendas me sorprendí de verdad, había una tienda de escobas, otra de libros mágicos, una tienda de túnicas, una de mascotas... Todo lo raro que te pudieras imaginar. Los Weasley me miraron sonrientes.

  • - Bienvenida al Callejón Diagón-  dijeron- todos a coro al ver mi cara de sorpresa.-




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